Nueva York Debe Dejar Atrás sus Plantas Pico

A medida que sobresale de la costa postindustrial del sur de Brooklyn, a un tiro de piedra de donde el Ferry de Rockaway hace una parada en su camino a la playa, un muelle conecta la tierra firme con dos barcazas que sostienen grandes contenedores sin ventanas que parecen almacenamiento sobredimensionado. Esta es la Planta Generadora Narrows, una central eléctrica cuyo único propósito es encenderse cuando la demanda de energía alcanza su punto máximo. Agrupaciones inocuas como Narrows salpican las costas de Nueva York, señales reveladoras de un secreto a voces: cuando la demanda de energía de la ciudad se dispara, recurre a sus fuentes de energía más contaminantes.

Las plantas pico como Narrows permanecen inactivas durante más del 90 por ciento del año, pero entran en línea cuando la demanda de energía de la ciudad ejerce presión sobre la red, como sucedió durante la ola de calor del mes pasado. Nueva York alberga más de una docena de plantas pico, todas las cuales queman exclusivamente combustibles fósiles y la mayoría de las cuales están adyacentes a vecindarios de bajos ingresos. Es una solución rápida y sucia para un problema que exige soluciones limpias a largo plazo.

Pero gracias a una coalición de ambientalistas y nuevas regulaciones que entraron en vigor en 2019, las plantas pico de la ciudad de Nueva York pronto podrían ser cosa del pasado.

"Las mareas han cambiado aquí", dijo Seth Mullendore, Director Ejecutivo y Presidente del Grupo de Energía Limpia, que ha colaborado con la Autoridad de Energía de Nueva York en esfuerzos para reemplazar las plantas pico con alternativas más verdes. "Y necesitamos seguir avanzando".

Nueva York dice que está comprometida a utilizar 100% de energía renovable para 2040, pero en este momento, depende en un 69% de los combustibles fósiles. Ese porcentaje aumenta cuando las plantas pico entran en línea, quemando gas extraído por fracturación hidráulica, petróleo e incluso queroseno para mantener encendidas las luces y los equipos de aire acondicionado durante el consumo pico.

Así es: la ciudad de Nueva York todavía quema queroseno como combustible.

No sorprende que la gran mayoría de las plantas pico de la ciudad estén adyacentes a comunidades desatendidas, arrojando grandes cantidades de dióxido de carbono y óxidos de nitrógeno al aire que respiran un número desproporcionadamente alto de neoyorquinos negros y latinos. Un estudio de 2019 realizado por la Coalición PEAK, una colección de grupos ambientales centrados en cerrar las plantas pico, encontró que de los aproximadamente 750,000 neoyorquinos que viven dentro de una milla de una planta pico, el 78% eran personas de color. Las plantas pico no son únicas en Nueva York, ni esta desigualdad estructural lo es: el CEG informa que dos de cada tres plantas pico en Estados Unidos están adyacentes a un vecindario de bajos ingresos. Las plantas pico contribuyen a los "callejones del asma", vecindarios de clase trabajadora donde la contaminación ha causado que las tasas de enfermedades respiratorias se disparen muy por encima del promedio de toda la ciudad.

A diferencia de las plantas de energía regulares, las plantas pico rara vez funcionan durante más de unas pocas horas a la vez. La mayoría opera alrededor del 5% del año (típicamente el 5% más caluroso), aunque Mullendore señaló que el "pico de invierno" se ha vuelto más común a medida que más unidades de vivienda se convierten en calefacción eléctrica. Eso hace que sea aún más indignante que representen casi el cinco por ciento de las emisiones totales de dióxido de carbono de la ciudad en un año, y que los neoyorquinos hayan pagado más de $4.5 mil millones para mantenerlas durante la última década.

Es fácil ver por qué los organizadores ambientales han hecho de las plantas pico algunos de sus principales objetivos en los últimos años. Y con la aprobación en 2019 de la Ley de Liderazgo Climático y Protección Comunitaria, el estado ahora tiene algunas de las herramientas que necesita para sacar las plantas pico de línea de manera permanente.